Si tuvieras que diseñar tú propio funeral, ¿qué harías?
Si pudieras elegir cómo morir, ¿cómo sería? Un chico decide guionizar su despedida en un velador: un vagón de metro lleno de gente joven se detiene de golpe a medio trayecto. Un viaje de placer se convierte en un pesadilla. Está muerto, siempre. Y, sin embargo, nos angustia.
Hay muertes plausibles y hay tsunamis e incendios y guerras. Siempre hay guerras. Y mientras tanto… Sí, nos angustia pensar en lo único que se seguro en la vida: que todas vamos a morir. Quizás no soportamos la idea de morir porque aprendemos a vivir en una constante prueba y error. Pero también hay todo lo que ocurre en medio: hay gente que vale la pena, experiencias que merecen ser vividas, vivencias que dan sentido a todo, un abrazo que lo cambia todo y un plato de macarrones que nos dibuja un sonrisa en la cara.
Ante la muerte, lo único que tiene sentido es brindar con tequila, ballar hasta reventar y decir todo lo que no nos atrevemos a decir. Porque vale la pena encarar la muerte con una celebración de la vida. Y ésta la tenemos asegurada… Mientras dura.
Artista: Cia Eòlia